N | Coord. | Preceding Context | WORD | Following Context |
56 | | | la | |
| 3.5 | El ahogado más hermoso del mundo
(De: | La increíble y triste historia de cándida |
| 5.103 | que se acercaba por el mar, se hicieron | la ilusión de que era un barco enemigo |
| 5.259 | ballena. Pero cuando quedó varado en | la playa le quitaron los matorrales de |
| 7.26 | un ahogado.
Habían jugado con él toda | la tarde, enterrándolo y desenterrándolo |
| 7.70 | enterrándolo y desenterrándolo en | la arena, cuando alguien los vio por |
| 7.124 | alguien los vio por casualidad y dio | la voz de alarma en el pueblo. Los hombres |
| 7.189 | Los hombres que lo cargaron hasta | la casa más próxima notaron que pesaba más |
| 7.350 | tal vez había estado demasiado tiempo a | la deriva y el agua se le había metido |
| 7.529 | los hombres, pues apenas si cabía en | la casa, pero pensaron que tal vez la |
| 7.564 | en la casa, pero pensaron que tal vez | la facultad de seguir creciendo después de |
| 7.607 | facultad de seguir creciendo después de | la muerte estaba en la naturaleza de |
| 7.627 | después de la muerte estaba en | la naturaleza de ciertos ahogados. Tenía |
| 7.692 | ahogados. Tenía el olor del mar, y sólo | la forma permitía suponer que era el |
| 9.26 | y de lodo.
No tuvieron que limpiarle | la cara para saber que era un muerto ajeno |
| 9.206 | en el extremo de un cabo desértico. | La tierra era tan escasa, que las madres |
| 11.281 | los abrojos submarinos y le rasparon | la rémora con fierros de desescamar |
| 11.551 | Notaron también que sobrellevaba | la muerte con altivez, pues no tenía el |
| 11.653 | los otros ahogados del mar, ni tampoco | la catadura sórdida y menesteroso de los |
| 11.781 | de limpiarlo tuvieron conciencia de | la clase de hombre que era, y entonces se |
| 11.998 | lo estaban viendo no les cabía en | la imaginación.
No encontraron en el |
| 13.1014 | de hierro, y su mujer habría sido | la más feliz. Pensaban que habría tenido |
| 13.1564 | los seres más escuálidos y mezquinos de | la tierra. Andaban extraviadas por esos |
| 13.1632 | por esos dédalos de fantasía, cuando | la más vieja de las mujeres, que por ser |
| 13.1673 | más vieja de las mujeres, que por ser | la más vieja había contemplado al ahogado |
| 17.14 | de llamarse Esteban.
Era verdad. A | la mayoría le bastó con rnirarlo otra vez |
| 17.168 | las más jóvenes, se mantuvieron con | la ilusión de que al ponerle la ropa |
| 17.197 | con la ilusión de que al ponerle | la ropa, tendido entre flores y con unos |
| 17.467 | su corazón hacían saltar los botones de | la camisa. Después de la media noche se |
| 17.489 | los botones de la camisa. Después de | la media noche se adelgazaron los silbidos |
| 17.748 | le habían cortado las uñas y raspado | la barba no pudieron reprimir un |
| 17.1228 | rosadas manos de buey de mar, mientras | la dueña de casa buscaba la silla más |
| 17.1253 | mar, mientras la dueña de casa buscaba | la silla más resistente y le suplicaba |
| 17.1599 | así estoy bien, sólo para no pasar por | la vergüenza de desbaratar la silla, y |
| 17.1626 | no pasar por la vergüenza de desbaratar | la silla, y acaso sin haber sabido nunca |
| 17.1959 | amanecer. Más tarde, cuando le taparon | la cara con un pañuelo para que no le |
| 17.2007 | con un pañuelo para que no le molestara | la luz, lo vieron tan muerto para siempre |
| 17.2188 | el corazón. Fue una de las más jóvenes | la que empezó a sollozar. Las otras |
| 17.2467 | que fue el hombre más desvalido de | la tierra, el más manso y el más servicial |
| 17.2570 | que cuando los hombres volvieron con | la noticia de que el ahogado no era |
| 21.129 | de las tortuosas averiguaciones de | la noche, lo único que querían era |
| 21.693 | corrientes no fueran a devolverlo a | la orilla, como había sucedido con otros |
| 21.1833 | quitó entonces al cadáver el pañuelo de | la cara, y también los hombres se quedaron |
| 23.473 | Bastó con que le quitaran el pañuelo de | la cara para darse cuenta de que estaba |
| 23.542 | que estaba avergonzado, de que no tenía | la culpa de ser tan grande, ni tan pesado |
| 23.815 | trastabillado como quien no quiere | la cosa en los acantilados, para no andar |
| 23.1299 | se estremecieron en los tuétanos con | la sinceridad de Esteban.
Fue así como le |
| 25.679 | marineros que oyeron el llanto a | la distancia perdieron la certeza del |
| 25.702 | el llanto a la distancia perdieron | la certeza del rumbo, y se supo de uno que |
| 25.880 | privilegio de llevarlo en hombros por | la pendiente escarpada de los acantilados |
| 25.980 | tuvieron conciencia por primera vez de | la desolación de sus calles, la aridez de |
| 25.1009 | vez de la desolación de sus calles, | la aridez de sus patios, la estrechez de |
| 25.1034 | de sus calles, la aridez de sus patios, | la estrechez de sus sueños, frente al |
| 25.1084 | de sus sueños, frente al esplendor y | la hermosura de su ahogado. Lo soltaron |
| 25.1224 | y todos retuvieron el aliento durante | la fracción de siglos que demoró la caída |
| 25.1257 | la fracción de siglos que demoró | la caída del cuerpo hasta el abismo. No |
| 25.1868 | de colores alegres para eternizar | la memoria de Esteban, y se iban a romper |
1 | | | laberintos | |
| 11.495 | como si hubiera navegado por entre | laberintos de corales. Notaron también que |
1 | | | lado | |
| 17.1058 | condenado en vida a pasar de medio | lado por las puertas, a descalabrarse con |
3 | | | lágrimas | |
| 17.2137 | se les abrieron las primeras grietas de | lágrimas en el corazón. Fue una de las más |
| 17.2683 | sintieron un vacío de júbilo entre las | lágrimas.
-¡Bendito sea Dios -suspiraron-: es |
| 21.1574 | iba en suspiros lo que no se les iba en | lágrimas, así que los hombres terminaron por |
1 | | | lamentos | |
| 17.2277 | entre sí, pasaron de los suspiros a los | lamentos, y mientras más sollozaban más deseos |
37 | | | las | |
| 9.236 | La tierra era tan escasa, que | las madres andaban siempre con el temor de |
| 11.127 | faltaba alguien en los pueblos vecinos, | las mujeres se quedaron cuidando al ahogado |
| 13.178 | de fiesta de los hombres más altos, ni | las camisas dominicales de los más |
| 13.309 | por su desproporción y su hermosura, | las mujeres decidieron entonces hacerle |
| 13.847 | en el pueblo, su casa habría tenido | las puertas más anchas, el techo más alto y |
| 13.1233 | hecho brotar manantiales de entre | las piedras más áridas y hubiera podido |
| 13.1648 | de fantasía, cuando la más vieja de | las mujeres, que por ser la más vieja había |
| 17.104 | que no podía tener otro nombre. | Las más porfiadas, que eran las más jóvenes |
| 17.132 | nombre. Las más porfiadas, que eran | las más jóvenes, se mantuvieron con la |
| 17.404 | y peor cosidos le quedaron estrechos, y | las fuerzas ocultas de su corazón hacían |
| 17.606 | del miércoles. El silencio acabó con | las últimas dudas: era Esteban. Las mujeres |
| 17.638 | con las últimas dudas: era Esteban. | Las mujeres q ' ue lo habían vestido, las |
| 17.676 | Las mujeres q ' ue lo habían vestido, | las que lo habían peinado, las que le |
| 17.703 | vestido, las que lo habían peinado, | las que le habían cortado las uñas y |
| 17.729 | peinado, las que le habían cortado | las uñas y raspado la barba no pudieron |
| 17.1067 | en vida a pasar de medio lado por | las puertas, a descalabrarse con los |
| 17.1139 | los travesaños, a permanecer de pie en | las visitas sin saber qué hacer con sus |
| 17.1370 | hágame el favor, y él recostado contra | las paredes, sonriendo, no se preocupe |
| 17.1465 | bien, con los talones en carne viva y | las espaldas escaldadas de tanto repetir lo |
| 17.1524 | de tanto repetir lo mismo en todas | las visitas, no se preocupe señora, así |
| 17.1872 | se fue el tonto hermoso. Esto pensaban | las mujeres frente al cadáver un poco antes |
| 17.2113 | a sus hombres, que se les abrieron | las primeras grietas de lágrimas en el |
| 17.2172 | de lágrimas en el corazón. Fue una de | las más jóvenes la que empezó a sollozar |
| 17.2214 | más jóvenes la que empezó a sollozar. | Las otras, asentándose entre sí, pasaron de |
| 17.2679 | sintieron un vacío de júbilo entre | las lágrimas.
-¡Bendito sea Dios |
| 21.97 | que frivolidades de mujer. Cansados de | las tortuosas averiguaciones de la noche |
| 21.345 | con restos de trinquetes y botavaras, y | las amarraron con carlingas de altura, para |
| 21.647 | se mueren de nostalgia, de manera que | las malas corrientes no fueran a devolverlo |
| 21.805 | más cosas se les ocurrían a | las mujeres para perder el tiempo. Andaban |
| 21.1222 | a los hombres se les subieron al hígado | las suspicacias, y empezaron a rezongar que |
| 21.1743 | de nadie, un fiambre de mierda. Una de | las mujeres, mortificada por tanta |
| 23.1116 | más suspicaces, los que sentían amargas | las minuciosas noches del mar temiendo que |
| 25.430 | hora les dolió devolverlo huérfano a | las aguas, y le eligieron un padre y una |
| 25.1516 | entonces, que sus casas iban a tener | las puertas más anchas, los techos más |
| 25.1821 | hermoso, porque ellos iban a pintar | las fachadas de colores alegres para |
| 25.1947 | el espinazo excavando manantiales en | las piedras y sembrando flores en los |
| 25.2453 | manso que se queda a dormir debajo de | las camas, allá, donde el sol brilla tanto |
1 | | | lástima | |
| 25.1758 | el futuro ya murió el bobo grande, qué | lástima, ya murió el tonto hermoso, porque |
1 | | | lautaro | |
| 17.274 | zapatos de charol, pudiera llamarse | Lautaro. Pero fue una ilusión vana. El lienzo |
19 | | | le | |
| 5.268 | Pero cuando quedó varado en la playa | le quitaron los matorrales de sargazos |
| 7.373 | tiempo a la deriva y el agua se | le había metido dentro de los huesos |
| 11.172 | se quedaron cuidando al ahogado. | Le quitaron el lodo con tapones de esparto |
| 11.216 | el lodo con tapones de esparto, | le desenredaron del cabello los abrojos |
| 11.269 | del cabello los abrojos submarinos y | le rasparon la rémora con fierros de |
| 13.112 | mesa bastante sólida para velarlo. No | le vinieron los pantalones de fiesta de |
| 17.25 | Esteban.
Era verdad. A la mayoría | le bastó con rnirarlo otra vez para |
| 17.379 | pantalones mal cortados y peor cosidos | le quedaron estrechos, y las fuerzas |
| 17.711 | las que lo habían peinado, las que | le habían cortado las uñas y raspado la |
| 17.999 | descomunal, si hasta después de muerto | le estorbaba. Lo vieron condenado en vida |
| 17.1279 | casa buscaba la silla más resistente y | le suplicaba muerta de miedo siéntese aquí |
| 17.1679 | sin haber sabido nunca que quienes | le decían no te vayas Esteban, espérate |
| 17.1948 | antes del amanecer. Más tarde, cuando | le taparon la cara con un pañuelo para que |
| 17.1994 | la cara con un pañuelo para que no | le molestara la luz, lo vieron tan muerto |
| 21.1790 | mortificada por tanta indolencia, | le quitó entonces al cadáver el pañuelo de |
| 23.447 | cortarse a cuchillo. Bastó con que | le quitaran el pañuelo de la cara para |
| 25.13 | la sinceridad de Esteban.
Fue así como | le hicieron los funerales más espléndidos |
| 25.443 | devolverlo huérfano a las aguas, y | le eligieron un padre y una madre entre |
| 25.507 | una madre entre los mejores, y otros se | le hicieron hermanos, tíos y primos, así |
13 | | | les | |
| 9.343 | a los niños, y a los pocos muertos que | les iban causando los años tenían que |
| 9.524 | Así que cuando encontraron al ahogado | les bastó con mirarse los unos a los otros |
| 11.985 | que todavía cuando lo estaban viendo no | les cabía en la imaginación.
No |
| 13.574 | el cadáver entre puntada y puntada, | les parecía que el viento no había sido |
| 17.2100 | tan parecido a sus hombres, que se | les abrieron las primeras grietas de |
| 17.2364 | sentían de llorar, porque el ahogado se | les iba volviendo cada vez más Esteban |
| 21.790 | más se apresuraban, más cosas se | les ocurrían a las mujeres para perder el |
| 21.1199 | caer sobre el difunto, a los hombres se | les subieron al hígado las suspicacias, y |
| 21.1530 | y trayendo, tropezando, mientras se | les iba en suspiros lo que no se les iba en |
| 21.1563 | se les iba en suspiros lo que no se | les iba en lágrimas, así que los hombres |
| 23.64 | repetirlo para que lo reconocieran. Si | les hubieran dicho Sir Walter Raleigh |
| 25.215 | con otras que no creían lo que | les contaban, y éstas se fueron por más |
| 25.398 | si se podía caminar. A última hora | les dolió devolverlo huérfano a las aguas |
1 | | | lienzo | |
| 17.313 | Lautaro. Pero fue una ilusión vana. El | lienzo resultó escaso, los pantalones mal |
1 | | | limpiarle | |
| 9.16 | de rémora y de lodo.
No tuvieron que | limpiarle la cara para saber que era un muerto |
1 | | | limpiarlo | |
| 11.748 | Pero solamente cuando acabaron de | limpiarlo tuvieron conciencia de la clase de |
19 | | | lo | |
| 7.171 | de alarma en el pueblo. Los hombres que | lo cargaron hasta la casa más próxima |
| 7.418 | metido dentro de los huesos. Cuando | lo tendieron en el suelo vieron que había |
| 11.340 | de desescamar pescados. A medida que | lo hacían, notaron que su vegetación era |
| 11.964 | visto jamás, sino que todavía cuando | lo estaban viendo no les cabía en la |
| 13.1308 | sembrar flores en los acantilados. | Lo compararon en secreto con sus propios |
| 13.1415 | capaces de hacer en toda una vida | lo que aquél era capaz de hacer en una |
| 17.657 | dudas: era Esteban. Las mujeres q ' ue | lo habían vestido, las que lo habían |
| 17.684 | q ' ue lo habían vestido, las que | lo habían peinado, las que le habían |
| 17.1013 | hasta después de muerto le estorbaba. | Lo vieron condenado en vida a pasar de |
| 17.1506 | espaldas escaldadas de tanto repetir | lo mismo en todas las visitas, no se |
| 17.2015 | para que no le molestara la luz, | lo vieron tan muerto para siempre, tan |
| 17.2414 | cada vez más Esteban, hasta que | lo lloraron tanto que fue el hombre más |
| 21.139 | tortuosas averiguaciones de la noche, | lo único que querían era quitarse de una |
| 21.1393 | y calderetas que llevara encima se | lo iban a masticar los tiburones, pero |
| 21.1550 | mientras se les iba en suspiros | lo que no se les iba en lágrimas, así que |
| 23.44 | Esteban. No hubo que repetirlo para que | lo reconocieran. Si les hubieran dicho Sir |
| 25.208 | regresaron con otras que no creían | lo que les contaban, y éstas se fueron por |
| 25.1112 | esplendor y la hermosura de su ahogado. | Lo soltaron sin ancla, para que volviera |
| 25.1173 | para que volviera si quería, y cuando | lo quisiera, y todos retuvieron el aliento |
2 | | | lodo | |
| 7.816 | revestida de una coraza de rémora y de | lodo.
No tuvieron que limpiarle la cara |
| 11.187 | cuidando al ahogado. Le quitaron el | lodo con tapones de esparto, le desenredaron |
72 | | | los | |
| 5.0 | Editorial Sudamericana.)
| Los primeros niños que vieron el |
| 5.280 | quedó varado en la playa le quitaron | los matorrales de sargazos, los filamentos |
| 5.308 | le quitaron los matorrales de sargazos, | los filamentos de medusas y los restos de |
| 5.336 | sargazos, los filamentos de medusas y | los restos de cardúmenes y naufragios que |
| 7.95 | en la arena, cuando alguien | los vio por casualidad y dio la voz de |
| 7.155 | y dio la voz de alarma en el pueblo. | Los hombres que lo cargaron hasta la casa |
| 7.242 | notaron que pesaba más que todos | los muertos conocidos, casi tanto como un |
| 7.399 | y el agua se le había metido dentro de | los huesos. Cuando lo tendieron en el suelo |
| 7.492 | había sido mucho más grande que todos | los hombres, pues apenas si cabía en la |
| 9.306 | el temor de que el viento se llevara a | los niños, y a los pocos muertos que les |
| 9.321 | el viento se llevara a los niños, y a | los pocos muertos que les iban causando los |
| 9.361 | los pocos muertos que les iban causando | los años tenían que tirarlos en los |
| 9.393 | los años tenían que tirarlos en | los acantilados. Pero el mar era manso y |
| 9.451 | el mar era manso y pródigo, y todos | los hombres cabían en siete botes. Así que |
| 9.546 | al ahogado les bastó con mirarse | los unos a los otros para darse cuenta de |
| 9.557 | les bastó con mirarse los unos a | los otros para darse cuenta de que estaban |
| 11.57 | salieron a trabajar en el mar. Mientras | los hombres averiguaban si no faltaba |
| 11.106 | averiguaban si no faltaba alguien en | los pueblos vecinos, las mujeres se |
| 11.244 | de esparto, le desenredaron del cabello | los abrojos submarinos y le rasparon la |
| 11.614 | pues no tenía el semblante solitario de | los otros ahogados del mar, ni tampoco la |
| 11.690 | la catadura sórdida y menesteroso de | los ahogados fluviales. Pero solamente |
| 13.124 | sólida para velarlo. No le vinieron | los pantalones de fiesta de los hombres más |
| 13.152 | le vinieron los pantalones de fiesta de | los hombres más altos, ni las camisas |
| 13.205 | altos, ni las camisas dominicales de | los más corpulentos, ni los zapatos del |
| 13.229 | dominicales de los más corpulentos, ni | los zapatos del mejor plantado. Fascinadas |
| 13.1090 | tanta autoridad que hubiera sacado | los peces del mar con sólo llamarlos por |
| 13.1291 | y hubiera podido sembrar flores en | los acantilados. Lo compararon en secreto |
| 13.1524 | en el fondo de sus corazones como | los seres más escuálidos y mezquinos de la |
| 17.336 | ilusión vana. El lienzo resultó escaso, | los pantalones mal cortados y peor cosidos |
| 17.452 | ocultas de su corazón hacían saltar | los botones de la camisa. Después de la |
| 17.519 | de la media noche se adelgazaron | los silbidos del viento y el mar cayó en el |
| 17.862 | que resignarse a dejarlo tirado por | los suelos. Fue entonces cuando |
| 17.1100 | por las puertas, a descalabrarse con | los travesaños, a permanecer de pie en las |
| 17.1437 | se preocupe señora, así estoy bien, con | los talones en carne viva y las espaldas |
| 17.1759 | siquiera hasta que hierva el café, eran | los mismos que después susurraban ya se fue |
| 17.2258 | otras, asentándose entre sí, pasaron de | los suspiros a los lamentos, y mientras más |
| 17.2273 | entre sí, pasaron de los suspiros a | los lamentos, y mientras más sollozaban más |
| 17.2544 | el pobre Esteban. Asi que cuando | los hombres volvieron con la noticia de que |
| 17.2617 | de que el ahogado no era tampoco de | los pueblos vecinos, ellas sintieron un |
| 21.0 | sea Dios -suspiraron-: es nuestro!
| Los hombres creyeron que aquellos |
| 21.430 | resistieran el peso del cuerpo hasta | los acantilados. Quisieron encadenarle a |
| 21.471 | acantilados. Quisieron encadenarle a | los tobillos un ancla de buque mercante |
| 21.546 | para que fondeara sin tropiezos en | los mares más profundos donde los peces son |
| 21.576 | en los mares más profundos donde | los peces son ciegos y los buzos se mueren |
| 21.599 | profundos donde los peces son ciegos y | los buzos se mueren de nostalgia, de manera |
| 21.902 | asustadas picoteando amuletos de mar en | los arcones, unas estorbando aquí porque |
| 21.970 | aquí porque querían ponerle al ahogado | los escapularios del buen viento, otras |
| 21.1184 | casi me haces caer sobre el difunto, a | los hombres se les subieron al hígado las |
| 21.1412 | llevara encima se lo iban a masticar | los tiburones, pero ellas seguían |
| 21.1592 | que no se les iba en lágrimas, así que | los hombres terminaron por despotricar que |
| 21.1852 | el pañuelo de la cara, y también | los hombres se quedaron sin aliento.
Era |
| 23.826 | como quien no quiere la cosa en | los acantilados, para no andar ahora |
| 23.1064 | verdad en su modo de estar, que hasta | los hombres más suspicaces, los que sentían |
| 23.1092 | que hasta los hombres más suspicaces, | los que sentían amargas las minuciosas |
| 23.1217 | de soñar con ellos para soñar con | los ahogados, hasta ésos, y otros más duros |
| 23.1282 | y otros más duros, se estremecieron en | los tuétanos con la sinceridad de Esteban |
| 25.25 | de Esteban.
Fue así como le hicieron | los funerales más espléndidos que podían |
| 25.153 | que habían ido a buscar flores en | los pueblos vecinos regresaron con otras |
| 25.483 | le eligieron un padre y una madre entre | los mejores, y otros se le hicieron |
| 25.573 | y primos, así que a través de él todos | los habitantes del pueblo terminaron por |
| 25.906 | hombros por la pendiente escarpada de | los acantilados, hombres y mujeres tuvieron |
| 25.1327 | No tuvieron necesidad de mirarse | los unos a los otros para darse cuenta de |
| 25.1338 | necesidad de mirarse los unos a | los otros para darse cuenta de que ya no |
| 25.1540 | iban a tener las puertas más anchas, | los techos más altos, los pisos más firmes |
| 25.1562 | más anchas, los techos más altos, | los pisos más firmes, para que el recuerdo |
| 25.1664 | andar por todas partes sin tropezar con | los travesaños, y que nadie se atreviera a |
| 25.1981 | en las piedras y sembrando flores en | los acantilados, para que en los amaneceres |
| 25.2010 | flores en los acantilados, para que en | los amaneceres de los años venturosos los |
| 25.2028 | para que en los amaneceres de | los años venturosos los pasajeros de los |
| 25.2048 | los amaneceres de los años venturosos | los pasajeros de los grandes barcos |
| 25.2065 | de los años venturosos los pasajeros de | los grandes barcos despertaran sofocados |
| 25.2527 | tanto que no saben hacia dónde girar | los girasoles, sí, allá, es el pueblo de |
1 | | | lugar | |
| 23.664 | aquello iba a suceder habría buscado un | lugar más discreto para ahogarse, en serio |
1 | | | luz | |
| 17.2010 | un pañuelo para que no le molestara la | luz, lo vieron tan muerto para siempre, tan |
1 | | | llamarlos | |
| 13.1117 | sacado los peces del mar con sólo | llamarlos por sus nombres, y habría puesto tanto |
2 | | | llamarse | |
| 15.15 | que compasión, suspiró:
-Tiene cara de | llamarse Esteban.
Era verdad. A la mayoría le |
| 17.265 | y con unos zapatos de charol, pudiera | llamarse Lautaro. Pero fue una ilusión vana. El |
1 | | | llanto | |
| 25.670 | sí. Algunos marineros que oyeron el | llanto a la distancia perdieron la certeza del |
2 | | | llevaba | |
| 5.165 | un barco enemigo. Después vieron que no | llevaba banderas ni arboladura, y pensaron que |
| 5.378 | restos de cardúmenes y naufragios que | llevaba encima, y sólo entonces descubrieron |
1 | | | llevando | |
| 21.1485 | tripotando sus reliquias de pacotilla, | llevando y trayendo, tropezando, mientras se les |
2 | | | llevara | |
| 9.296 | con el temor de que el viento se | llevara a los niños, y a los pocos muertos que |
| 21.1375 | por muchos estoperoles y calderetas que | llevara encima se lo iban a masticar los |
1 | | | llevarlo | |
| 25.856 | Mientras se disputaban el privilegio de | llevarlo en hombros por la pendiente escarpada |
1 | | | llevaron | |
| 25.289 | más flores cuando vieron al muerto, y | llevaron más y más, hasta que hubo tantas flores |
1 | | | llorar | |
| 17.2335 | más sollozaban más deseos sentían de | llorar, porque el ahogado se les iba volviendo |
1 | | | lloraron | |
| 17.2417 | cada vez más Esteban, hasta que lo | lloraron tanto que fue el hombre más desvalido |